Tuesday, March 24, 2015

Adriana Razquin, José Luis Moreno Pestaña, Valentín Galván y Francisco Vázquez, en el nº 64 de Daimon. Revista de Filosofía

Acaba de ver la luz el número 64 de Daimon. Revista de Filosofía, correspondiente a Enero-abril de 2015. Contiene varios trabajos relacionados con miembros del grupo HUM-536. En primer lugar, un artículo de Adriana Razquin Mangado, titulado "Desbordamientos y viaje hacia la izquierda. Prehistoria del movimiento 15M: De #nolesvotes a Democracia Real Ya" (51-70). En segundo lugar, un extenso comentario bibliográfico (en la sección de "notas críticas") del libro de José Luis Moreno Pestaña, La norma de la filosofía, cuyo autor es Álvaro Castro Sánchez, titulado "La zona gris. Algunas notas sobre La norma de la filosofía, de J.L. Moreno Pestaña" (147-153). Por último, incluye dos recensiones de Francisco Vázquez García, sobre los libros de Rosa Mª Medina Doménech (Ciencia y sabiduría del amor. Una historia cultural del franquismo (1940-1960)), y sobre el volumen coordinado por Valentín Galván ( El evangelio del diablo. Foucault y la “Historia de la Locura”)

José Luis Moreno Pestaña y Francisco Manuel Carballo Rodríguez participan en el nº 31 de la revista Savoir-agir


El número 31 de la revista Savoir-agir, dedicado a la democracia, incluye dos trabajos de compañeros del HUM-536. En primer lugar, un artículo de José Luis Moreno Pestaña dedicado al sorteo. En él se le interpreta como un principio socialista en el campo de la política: primero porque supone la existencia de recursos comunes (y no solo patrimonio de una elite autodesignada, cooptada o elegida: normalmente, en nuestro tiempo, todo a la vez) y segundo porque apuesta por el principio de controlar la acumulación ilegítima de capital político (ilegítima: basada en argumentos espurios y/o dependiente de formas de alienación política). El sorteo se coloca dentro de un esquema de los peligros de los cuerpos políticos y se defiende su valor, siempre coordinado con la elección.
El número contiene a la vez un artículo de  Francisco Manuel Carballo Rodríguez, miembro también del HUM-536, sobre las movilizaciones de desempleados en Andalucía, exploración que lleva desarrollando desde hace años.

Sommaire

Éditorial

par Frédéric Lebaron

Dossier : Démocratie, coordonné par Gérard Mauger et Claude Poliak

Michel Offerlé, L’appel aux urnes. Comment les hommes français sont devenus des électeurs
Daniel Gaxie, Questionner la représentation politique
Patrick Lehingue, Les classes populaires et la démocratie représentative en France : exit, voice ou loyalty ?
José-Luis Moreno-Pestaña, Le tirage au sort ou la socialisation du capital politique
Guillaume Gourgues, Plus de participation, pour plus de démocratie ?
Lilian Mathieu, Je t’aime, moi non plus : mouvements sociaux et partis, entre critique et instrumentalisation
François Houtart, Les révolutions citoyennes en Amérique latine.

Grand entretien avec Patrick Champagne

propos recueillis par Gérard Mauger et Louis Pinto

Chronique de la gauche de la gauche

L’heure grecque, par Louis Weber

Rhétorique réactionnaire

Sur les attentats des 7 et 9 janvier 2015, par Gérard Mauger

Alterindicateurs

Pollution et mortalité anormale dans les Ardennes, par Germain Barré

Politiques d’ailleurs

Crise économique et mobilisations pour l’emploi : un cas en Andalousie, par Francisco Manuel Carballo Rodríguez

Chronique d’outre-Manche

Glasgow, par Keith Dixon

Médias

Les revues de sciences humaines et sociales : une économie fragile, par Jean Pérès

Sunday, March 15, 2015

La conferencia "Alexandre Parent-Duchâtelet y la actualidad de las políticas reglamentistas en materia de prostitución" , de Francisco Vázquez, editada como libro de libre acceso en Rodin

Acaba de editarse, dentro de un libro colectivo del Grupo de Trabajo, "Los Libros Olvidados", la conferencia pronunciada recientemente por Francisco Vázquez: "Alexandre Parent-Duchâtelet y la actualidad de las políticas reglamentistas en materia de prostitución". La obra es consultable por libre acceso en el repositorio Rodin.

Thursday, March 12, 2015

Se publica en la revista "Isegoría" una reseña del libro coordinado por Valentín Galván: "El Evangelio del Diablo"

Se ha publicado en la Isegoría. Revista de Filosofía Moral y Política, 51 (2014), pp. 840-844, una recensión del libro coordinado por nuestro compañero del HUM-536, Valentín Galván, El evangelio del diablo. Foucault y la 'Historia de la Locura', Madrid, Biblioteca Nueva, 2013. Su autor es el escritor linense, Jesús García Blanca

13 de marzo: José Luis Moreno Pestaña interviene en una Mesa Redonda sobre la Universidad. "3 + 2 La Universidad a debate"

CAPITALISTA, ABANDONISTA Y PLAGIADORA: LOS TRES PELIGROS DE LA UNIVERSIDAD NEOLIBERAL


Mañana viernes 13 de marzo a las 18 h. en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, interviene nuestro compañero Jose Luis Moreno Pestaña en una Mesa Redonda titulada "3+ 2 La Universidad a Debate". Reproducimos, debajo, un boceto de su intervención.
(Ideas para una intervención mañana en Cádiz)
Creo que para comprender bien el debate sobre la universidad (mi referente es de nuevo el gran clásico de Ortega) necesitamos considerar tres ámbitos: la vinculación con las profesiones (o sea, con el mercado de trabajo), con la enseñanza (o sea, con la transmisión de conocimiento) y, en fin, con la investigación (esto es, con la producción de nuevo conocimiento). A veces se debate sin darse uno cuenta de que habla de aspectos distintos. Cualquier concepción de la universidad que se centre en lo primero tiende a olvidar que el mercado cambia y que mucho de lo que exige no merece ser enseñado ni estudiado; quien se centra en lo segundo, tiende a olvidar que la universidad ofrece credenciales y que salvo en el caso de aristócratas rentistas, lo normal es hacerlas valer en el mercado de trabajo. Además olvida que, desde hace unos siglos, se investiga en las universidades -aunque podría pensarse que no son ellas el lugar para investigar y que deben ser centros especializados: no es absurdo-. Quien se centra en lo tercero olvida que los problemas de investigación pueden atraer sobre problemas muy localizados que interesan a escasas personas y que el tipo de profesionales que fomentan no sabe enseñar, entre otras cosas porque es, como aseguraba Ortega de los científicos, un bárbaro que sabe mucho de una cosa. Obvio decir que quien se entrena en tales problemas, en la vida cotidiana y en el mercado de trabajo tiene poco que hacer.
Centrarse en las profesiones tiende a dar una versión populista de la universidad (la universidad al servicio de la gente y como la gente, sobre todo la que consigue hacerse oír y puede influir, se encuentra configurada por el capital, éste es el verdadero amo). Centrarse en la enseñanza tiende a ofrecer una visión mandarinal: como los mandarines, los buenos mandarines, se trata de transmitir doctrina y aprenderla y esa expansión cultural ni sabe de avances intelectuales ni de las urgencias del empleo. La tercera nos ofrece una visión vanguardista de la universidad, convertida en una colonia dominada por los problemas de punta de los campos científicos en las humanidades o las tecnologías.  
En mi opinión debemos defender una lectura dialéctica de la universidad. ¿En qué sentido dialéctica? Según mis dos dialécticos preferidos (Manuel Sacristán y Frédric Jameson) en un sentido muy estricto y limitado: viendo cómo cada posición implica ciertos efectos, lo sepa o no, lo quiera o no, cómo van juntos lo peor y lo mejor. La dialéctica, así concebida sirve para comprender nuestras distorsiones a la hora de percibir la realidad con la consiguiente propensión al simplismo: al sesgo populista/capitalista, al sesgo mandarinal o al sesgo vanguardista.
Vamos a entrar ahora en el objeto de este debate, siempre intentando mantener esa perspectiva dialéctica, global.
La universidad neoliberal se fundamenta en tres relatos, en tres modelos: una universidad que depende de la transferencia a la economía, una universidad que promueve la iniciativa de los alumnos y su autoformación, una universidad, en fin, que jerarquiza a los profesores según su capacidad de ser rentables en la investigación y, por tanto, manda a los peores a dar clase y a los mejores a triunfar en la investigación. ¿Cuáles son los enemigos de la universidad neoliberal? La universidad elitista y libresca, ajena al mercado de trabajo; el profesorado magistral, que somete a los alumnos a lecciones arcaicas; la falsa igualdad que privilegia a los mediocres y penaliza a los auténticos creadores. Universidad en contacto con la economía, formación autogestionada que promocione la autoiniciativa -valor máximo para competir en un mercado-, profesorado evaluado constantemente para detectar a los vagos y promocionar a los brillantes.
Esta universidad actúa a dos niveles: el del contexto de elección de los agentes y el de su subjetividad, el tipo de mecanismo de elección en el que se socializan los sujetos (saco estos dos criterios de Eva Illouz, que los aplica en su libro ¿Por qué duele el amor?). Voy a dar indicaciones, en cada plano, de los peligros de la universidad neoliberal.
Respecto a las profesiones. El neoliberalismo se preocupa por la economía del conocimiento, lo cual supone, por un lado, el papel de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de creación de riqueza. La universidad neoliberal es una universidad tecnológica donde cada día se factura una nueva plataforma de enseñanza, de evaluación, de control. Segundo elemento: el conocimiento aplicado permite trabajar en las tecnologías, en el campo de la industria y, muy importante en las economías del mundo desarrollado, en el campo de los servicios. Los servicios, en parte, son inmateriales. Una vendedora de una tienda tiene que limpiar, acarrear cajas, en fin, y queda derrengada: ese es un trabajo muy material que, como no los abusos empresariales son la norma, no se controla ni se regula. Además debe dar un toque de distinción a la ropa que ofrece -o a la fotocopia que hace, o a la tapa que pone, o a la cerveza que sirve o al flamenco que canta-. La economía del conocimiento vive del narcisismo de la pequeña diferencia. En ese sentido, promueve un tipo de contexto de elección amplio, donde se trata de perseguir qué te hace diferente. Y un tipo de sujeto: siempre pendiente de qué produce o no valor añadido, a corto plazo. Los dilemas se imponen ¿Es hacer una atracción, un centro de recursos sobre la Constitución del 12 o aprender que la palabra liberal tiene una genealogía tortuosa que pasa por la Política de Aristóteles y la lectura que sobre artes mecánicas y serviles se hace en el Medievo hasta llegar a Cádiz? Lo primero exige controlar las oportunidades y entrar en contacto con las redes clientelares políticas o empresariales; lo segundo estudiar materias antiguas y de difícil digestión. Cualquiera dirá: ¡todo a la vez! Y hay que responderle: ¡dialéctica! ¡Lo bueno y lo malo van juntos! Las conciliaciones en el discurso no valen cuando las oposiciones se encuentran arraigadas en lo real. No se tiene tiempo para todo, excepto en los delirios de los utopistas.
Una universidad de ese tipo, una universidad de transferencia, puede ser una universidad capitalista. En función de los mercados que se tengan cerca, de los entornos en los que se ubica, tendrá más o menos riquezas, más o menos oportunidades de conexión. Y tenderá a olvidar parte de lo sustancial, que solo se aprende estudiando mucho y de manera muy disciplinada. Contexto pendiente del mercado y no de la tradición o la innovación cultural; estudiante y profesor pendiente sde crear valor añadido de cada cosa que aprende y hace: una universidad capitalista. Hace algún tiempo era habitual que alguien te buscase preguntándote: ¿qué me ofrece usted si trabajo con usted? La respuesta que esperaba no era: hacerte estudiar. En fin, más fenomenología del mercado: disputarse los doctorandos, evitar la participación de los colegas en los master o en los cursos donde puedes reclutarlos, donde la gente puede oír al otro y preferirlo a ti, era y es estrategia común de muchos profesores, en algunos lugares casi una norma. El capitalismo no lo imponen solo los mercados: lo hacemos y lo reproducimos nosotros comportándonos como en un mercado. Lo más triste es cuando eso lo hacen las personas que defienden valores fuertes, críticos e incluso insumisos.
Respecto a la enseñanza. Aquí el objetivo, aquel sobre el que se apunta, es el profesor a la antigua, que imparte lecciones. Esa figura puede ser criticada desde muchos puntos de vista, algunos sumamente respetables. ¿Por qué tiende a sustituirla el neoliberalismo? Por el alumno autónomo que puede buscarse la vida y que estudia solo, que participa. ¿Cuándo funciona ese modelo? Cuando los alumnos traen un enorme capital cultural de casa, de su entorno de relaciones o cuando se encuentran un profesor fuera de serie (una especie de remedo del docente del Club de los poetas muertos) y ellos tienen unas disposiciones extraordinarias -como los alumnos del referido club...-. Lo último acontece raramente y, si no concursa el capital cultural de base, la universidad neoliberal se convierte en abandonista: los profesores no enseñan (y si lo hacen los alumnos se quejan y amenazan con una mala evaluación y una protesta) y los alumnos no estudian. He visto memorias de master plagiadas y alumnos que ponían cara de póker y de sorpresa cuando se lo hacías notar. Los mil trabajitos, como si cada estudiante fuera un Rimbaud o un Habermas en potencia, solo pueden solventarse buscando textos en la red, que el profesor no detecta o no corrige o no puede suspender porque los porcentajes de evaluación permiten que cualquiera apruebe. Desde el punto de vista de la enseñanza, cuando se trabaja con personas normales, la universidad autogestionada es una universidad abandonista: los estudiantes hacen como que estudian, los profesores como que enseñan y entre todos se hace como que se aprueba. El contexto es libertario, el espíritu es rehuir la autoridad y sentirse protagonista. El efecto es devastador: horas donde no se enseña, debates donde se repiten obviedades.
Vayamos a la investigación. Algo muy importante, que acabo de referir, juega un papel de primer orden. Y es el plagio. Cuando se le exige a la gente ser más creativos de lo que pueden sólo queda una solución: plagiar. Saber escribir es muy costoso, tener una idea exige investigaciones muy largas y sostenidas en el tiempo, de las que al final sacas poco. Como el contexto supone que cualquiera somos un Bill Gates en potencia y como la actitud de los sujetos es buscar valor añadido en cada cosa que hacen, se impone la cultura de depredación: robar ideas, textos, artículos, citas (ahora incluso existen programas informáticos para poner citas en los artículos sin leer, sin necesidad de ver la portada del libro...) y cuidando esconder las fuentes, para que solo tú te aproveches del sobresaliente, del prestigio, del aplauso, donde solo tu nombre figure. Pero es que gracias a eso pasarás montones de evaluaciones, donde se te exige un enorme rendimiento investigador, donde se te amenaza con cargarte de clases y de horas de trabajo. 
Conscientes de esa angustia, los que dominan los recursos económicos, los lugares de publicación, tejen auténticas redes de servilismo y de imposición de normas solo para ricos: acepta las reglas de lo que debe decirse, cita a quien yo deseo, como yo deseo; publica en inglés, para lo cual consigue recursos para traducir y llévate bien conmigo cuando evalúe tus proyectos. Plagio y servilismo (combinado con depredación del próximo) configuran un efecto no querido, despiadado, de la universidad investigadora: como la investigación solo se hace con confianza y manteniendo la reciprocidad este tipo de actitud rompe con los grupos, con la colaboración honesta. La tentación de tratar a los demás como idiotas a los que burlar, tiene un problema: los demás se dan cuenta y huyen, o reaccionan agresivamente o comienzan a planificar cómo devolvértela. Es el infierno cotidiano, calmado con antidepresivos y con terapias de autoestima, en que convivimos muchos en la sociedad neoliberal: también en la universidad.
Debemos luchar contra el 3+2. Debemos luchar contra la política de becas. En ambos temas, sin ceder un milímetro. Debemos luchar contra la universidad del populismo capitalista, abandonista y plagiadora. Esta última lucha es muy compleja y nos prohíbe la demagogia y las soluciones fáciles

Wednesday, March 4, 2015

19-20 marzo 2015: José Luis Moreno Pestaña participa en la II edición sobre Democracia y Movimientos Sociales en Europa y América


Entre el 15 de febrero y el 30 de marzo José Luis Moreno Pestaña realiza una estancia de investigación en el Departamento de Sociología de la Universidad de Sevilla. Como el año pasado, participó en la organización del seminario sobre Democracia y movimientos sociales, este año lo hace con un nuevo título que incluye la referencia a América. Nada mejor por tanto que un debate sobre el populismo y sus desafíos políticos, sociológicos y filosóficos.

Monday, March 2, 2015

Entrevista de Daniel Toscano con Francisco Vázquez publicada en el nº 8 de Aporía. Revista Internacional de Investigaciones Filosóficas (Santiago de Chile)

Acaba de publicarse, en Aporía. Revista Internacional de Investigaciones Filosóficas, 8 (2014), pp. 135-140, una entrevista con Francisco Vázquez, realizada por el profesor Daniel Toscano, de la Universidad Diego Portales (Chile). La revista es el órgano del Instituto de Filosofía de la Católica Universidad Pontificia de Chile. La entrevista tuvo lugar durante la estancia de Francisco Vázquez en Santiago de Chile, invitado por la mencionada Universidad, en octubre de 2014.