Sunday, January 18, 2015

Martes 27 de enero: intervención de Francisco Vázquez en el Seminario Ilustración de la Fundación Ortega-Marañón

El próximo martes 27 de enero a las 19 horas, se celebrará una sesión del Seminario de Investigación sobre el Pensamiento Ilustrado (Fundación Ortega-Marañón, Calle de Fortuny, 53, Madrid), donde se debatirá la ponencia de Francisco Vázquez, titulada "Sexo, identidad y hermafroditas en la España de la Ilustración". Debajo incluimos un resumen de esta intervención:



Esta ponencia tiene que ver con un asunto poco conocido, relacionado con la entronización, en España, de la modernidad occidental. No voy a referirme al nacimiento del capitalismo en nuestro país, ni a si hubo o no una revolución burguesa; tampoco aludiré  a la recepción de la ciencia y la filosofía modernas, ni siquiera a la secularización de la moral. Sin embargo, un elemento no menos importante de ese macroproceso, estudiado en el célebre libro de Thomas Laqueur, Making sex. Body and gender from the Greeks to Freud (1990), tiene que ver con la emergencia de la moderna identidad sexual y de género. Se trata de la aparición y hegemonía histórica de un modelo dicotómico de los sexos, una representación, además, donde el sexo biológico pasa a ser considerado como fundamento último del género psicosocial.

La cuestión de la que me ocupo es la siguiente: ¿qué representó la cultura ilustrada española en el tránsito del dispositivo monista y jerárquico, de matriz galénico-hipocrática al moderno dispositivo dicotómico y complementario? Mi hipótesis es que el periodo que va de las Luces a las revoluciones liberales, constituye una época de transición entre ambas formas de afrontar la identidad sexual. Una historiadora y amiga, Nerea Aresti, estudiando los comentarios sobre la figura de Catalina de Erauso, la célebre Monja Alférez, realizados por distintos cronistas decimonónicos, señala que el viejo modelo monista y jerárquico de los sexos habría perdurado en España hasta finales del siglo XIX. Creo que tiene razón si uno se fija en ese tipo de fuentes, poco atentas al desarrollo de las ciencias de la vida que tenía lugar en Europa. No obstante, si nos atenemos a otro tipo de testimonios, como los diccionarios de medicina, la literatura médico-forense o los tratados de ginecopatía entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX,a la impresión es muy diferente.
Un banco de prueba para testar nuestra hipótesis lo constituyen las cuestiones del hermafroditismo y de los cambios de sexo en la especie humana.

No comments:

Post a Comment